
El día de hoy vamos a hablar de la meseta, esa fase tan desconocida (puede que la que más bajo mi punto de vista). Hace referencia a ese periodo de tiempo entre el que la persona alcanza su excitación (máxima o no) y la mantiene durante un tiempo.
Lo que nos suele ocurrir, vamos a detallarlo por partes. En las personas con vulva el mayor cambio que acontece es la aparición de la plataforma orgásmica. Esta “cosa tan rara” que puede que no te suene se refiere a cuando el tercio exterior de la vagina se hincha y se congestiona con sangre, reduciendo así mucho su diámetro. En consecuencias esto, os otros dos tercios se expanden y la parte inferior o externa se estrecha. En el caso de que haya penetración, este cambio en la vagina hace que se ejerza más presión sobre el pene, aumentando mucho la estimulación erotica que experimenta la persona con pene.
También se eleva el clítoris, alejándose un poco de la entrada vaginal, así como otras respuestas autónomas que hacen que se incrementen las pulsaciones, la presión sanguínea y la tasa respiratoria.
En las personas con pene, durante esta fase no se experimentan grandes cambios. El pene continua en erección y gracias a las glándulas uretra les (de Cowper), se secretan unas cuantas gotas de un liquido clarito, que aparecen a través de las uretra en la punta del pene. Es el llamado “líquido preseminal” y en ocasiones puede contener algunos espermatozoides, por eso es importante recodar que es fundamental el uso del preservativo durante todo el coito para evitar embarazos no deseados, sin olvidar que los anticonceptivos de barrera son los únicos que nos previenen de las infecciones de transmisión genital. Los testículos completan su elevación durante esta fase.
Es importante saber disfrutar de esta fase y no querer pasarla “rápido” por estar pensando en el orgasmo. Cada parte tiene su razón y su juego, ¡disfrutemos de cada momento a solas o con compañía!