Hoy hablamos del oído, sentido muy importante en nuestra sexualidad, ¿a caso a ti no se te pone la piel de gallina cuanto te susurran? ¿nunca te ha atraído una voz más de la cuenta y no sabes por qué?
No solemos ser conscientes de la importancia que tiene para encender la pasión y la excitación, escuchar un determinado sonido puede dejar volar tu imaginación muy muy lejos y a diferencia de la vista, suele dejar muchas más cosas abiertas a la fantasía. Pero ojo, también tiene el poder contrario y puede ser que un sonido nos afecte y «nos corte el rollo», como te digo es muy potente.
- Por un lado, los sonidos pueden trasladarte a lugares que tu cerebro ha asociado, como con una determinada canción por ejemplo. En el caso del sexo, hemos asociado una respiración acelerada, jadeos, gemidos, palabras susurradas… y por eso al escucharlos puede que un escalofrío nos recorra la espalda ya que el cerebro anticipa lo que va a pasar.
- A parte de este poder (¿que no es poco verdad?), también rompe nuestra inhibición durante el sexo y facilita un mayor disfrute o el orgasmo.
- Estos sonidos que asociamos al sexo, pueden ser también una muy buena guía para las personas con las que compartimos nuestra sexualidad y es importante estar atento a estas manifestaciones eróticas.
Pero cada persona es diferente y los sonidos despertaran cosas en nuestro interior de diferentes modos, por eso habrá personas que les guste un susurro dulce y a otras que les guste escuchar o decir cosas más lascivas o gemidos más altos. Lo importante es que encuentres lo que te gusta y eso se consigue practicando (como he dicho ya varias veces, al igual que la mayoría de cosas de nuestra sexualidad… que amigo o amiga no vienen por arte de magia).
Te propongo diferentes ejercicios para este querido sentido:
- Ponte una canción que te resulte excitante o sensual, concéntrate en ella, en lo que sientes y si en si notas cambios en tu cuerpo. ¿qué te resulta más sugerente, la voz, la melodía, los silencios que deja? Si al leer «canción que te resulte excitante o sensual» no tienes ni idea a qué me refiero, puedo dejarte algún ejemplo de las mías (que no tienen por qué gustar a todo el mundo).
- Aquí va otro ejercicio que puedes probar para darte cuenta de la importancia del oído y los sonidos. La próxima vez que te masturbes, fuerza un poco la respiración para hacerla más sonora y rápida (pero no demasiado, no te me marees por favor) y a la vez emite algún gemido o sonido placentero, como te vaya surgiendo y observa como cambia tu experiencia. Esto a solas nos puede costar y es normal, puede que no sea algo a lo que tu cuerpo ni sobretodo tu mente estén acostumbrados, pero todo es práctica.